En la mitología griega se cuenta que Zeus, el poderoso señor del monte Olimpo, regresaba de visitar a Poseidón, su hermano y dios del mar, cuando al pasar junto a la isla de Kynaros divisó a una hermosa joven en la playa.
La muchacha dijo llamarse Cynara y que vivía en aquella pequeña isla junto a su familia. Zeus se enamoró de ella, y para conquistarla la hizo diosa inmortal y se la llevó al monte Olimpo.
Pero Cynara echaba de menos a su familia y volvió a la tierra a visitar su hogar. Zeus, despechado por el abandono se enfureció y sentenció que una diosa no podía quedar a la vista de los humanos. Así que, hizo que de su suave piel comenzaran a brotar gruesas escamas verdes que la envolvieron hasta que la joven quedó convertida en una alcachofa.
En el interior de la planta quedó encerrada la ternura y suavidad del corazón de Cynara, y ese sabor amargo y dulce (como el amor) tan característico de la alcachofa.

INGREDIENTES

8 Alcachofas
1 Manzana (250 gr.)
1 Cebolla blanca (100 gr.)
Morcilla de cebolla (250 gr.)
Aceite de Oliva
Ramas de Perejil

PREPARACIÓN

Limpiar las alcachofas retirando las hojas externas y más duras, tornear la base y cortar las puntas. Ir colocándolas en un bol con agua fría y ramas de perejil, para que no se oxiden y se pongan negras.
Tradicional
Poner agua con sal y ramas de perejil en una olla, cuando empiece a hervir añadir las alcachofas y cocerlas durante 15 minutos.
Sacarlas del agua y dejarlas escurrir poniéndolas boca abajo.
Fussion Cook
Poner un dedo de agua en la cubeta, colocar las alcachofas boca abajo dentro del cestillo, meterlo en la cubeta tapar y programar menú manual, 10 minutos, válvula cerrada, dejar despresurizar. Sacar el cestillo y dejarlas escurrir.

Limpiar y cortar en juliana la cebolla. Pelar y quitar el centro de la manzana, cortarla en rodajas finitas.
Poner un chorrito de aceite en una sartén y saltear la cebolla y la manzana con un poco de sal a fuego lento, hasta que la cebolla esté transparente y la manzana tierna.
Cortarlas con el dorso de la espátula en trocitos pequeños, sin llegar a triturarlos. Sacar a un plato y reservar.
Quitar la piel de la morcilla y saltearla en la misma sartén de la cebolla y manzana, sin añadir más aceite.
Con una cucharilla abrir el centro de las alcachofas, rellanarlas con la morcilla y poner encima una cucharada de cebolla y manzana. Colocarlas en una bandeja refractaria, meterla en el horno y gratinar.
Servir calientes.

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