El higo es un fruto que ha formado parte de la dieta habitual de diferentes culturas desde tiempos muy remotos. En Egipto, concretamente en la pirámide de Gizeh, se han encontrado dibujos representativos de su recolección.  Siempre fueron un alimento esencial para los griegos: las higueras se consagraban a Dionisios, el dios de la renovación. Cuando se fundaba una ciudad, se plantaba una higuera entre el ágora y el foro para señalar el lugar donde se reunirían los ancianos. Fue el manjar predilecto de Platón, de hecho se le conoce como la «fruta de los filósofos». Galeno recomendaba su consumo a los atletas que participaban en los Juegos olímpicos.

INGREDIENTES

Hojas variadas de Lechuga
Higos maduros
Jamón Ibérico cortado muy fino
Queso de Burgos
Crema balsámica de Módena
Aceite de Oliva Virgen
Sal

PREPARACION

Pelar y cortar en rodajas los higos.
Cortar el queso de Burgos en cuadraditos.
Poner las hojas verdes de lechuga en el fondo del plato, colocar alrededor las rodajas de higos. Hacer una corona con el jamón, en el centro poner hojas de lechuda morada, el queso cortado y un higo abierto en forma de flor. Aliñar con sal, un hilito de crema balsámica y aceite de oliva.

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