El sabor de la canela y el limón me encanta y por supuesto la leche merengada es una de mis bebidas preferidas en verano.
Fué «Fhi» la creadora de esta mousse y se ha hecho tan famosa en la red que no creo que hayan muchos blogs que no la tengan en su índice.
Es una tarta ligera, dulce sin ser empalagosa, de sabor tan suave y delicado al paladar que pocas personas se pueden resistir a repetir una porción más para volver a degustarla.

INGREDIENTES

Para la base:
250 gr. de Galletas de canela
60 gr. de Mantequilla

Para la mousse:
5 hojas de Gelatina
200 gr. Leche entera
1 palo de Canela
La cáscara de un Limón
370 gr. de Leche condensada
1 cucharadita de las de café de Esencia de limón o la ralladura muy fina de un limón
1 cucharadita de postre rasa de Canela molida
5 claras de Huevo
600 gr. Nata para montar

Canela y cáscara de limón confitada para decorar

PREPARACIÓN

La base
(1).- Triturar las galletas y añadir la mantequilla fundida en el microondas. Mezclar bien hasta conseguir una mezcla arenosa y homogénea.
Con thermomix triturar las galletas velocidad progresiva 7-9. Añadir la mantequilla y programar 1 minuto, velocidad 3.
Poner la mezcla de galletas en el centro de un molde desmontable de 23 cm. de diámetro, repartir por toda la superficie y con un vaso aplanar las galletas deslizándolo ligeramente y haciendo presión para que queden compactas. Meter en la nevera mientras se prepara la mousse.

La mousse
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
(2).- En un cazo poner la leche con la cáscara de limón y el palo de canela, calentar hasta que empiece a hervir. Retirar del fuego, sacar la cáscara de limón y la canela, colar y disolver la gelatina escurrida. Añadir la leche condensada, la cucharadita de canela molida y la esencia o ralladura de limón y mezclar bien. Dejar enfriar.
(3).- Montar las claras de huevo con una pizca de sal a punto de nieve y agregarlas a la mezcla de leches removiéndola con una espátula y con movimientos envolventes hasta integrarla.
(4).- Batir la nata hasta que esté semimontada e incorporarla a la mezcla anterior con movimientos envolventes.
(5).- Verter la mousse sobre la base de galletas y meter en la nevera hasta que solidifique. Mejor de un día para otro.

Desmoldar la mousse, colocarla sobre la bandeja de presentación, poner una plantilla de repostería sobre la mousse y espolvorear con canela, colocar la cáscara de limón confitada en el centro.

Notas. Se puede hacer con antelación, congelarla y sacar unas horas antes de su consumo. Ponerla sobre la bandeja aún congelada y decorarla. Dejar descongelar dentro de la nevera.
Yo la saqué por la mañana para comerla por la noche.

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