Una de las primeras celebraciones después de reyes en mi casa es el cumpleaños de mi marido y este año ha sido este pastel, elegido por mi hija, el que ha puesto el broche con sus correspondientes velas a la comida familiar.
Es una receta de Jamie Oliver, con algunas modificaciones mias.

 INGREDIENTES

150 gr. de Chocolate fondant
150 gr. de Avellanas tostadas
125 gr. de Mantequilla (a temperatura ambiente)
50 gr. de Azúcar moreno
3 Huevos (a temperatura ambiente)
300 gr. de Fresas
100 gr. de Chocolate blanco

PREPARACIÓN

Separar las claras de las yemas de los huevos. Montar las claras a punto de nieve. Reservar.
Lavar y secar las fresas, quitarles las hojitas verdes, dejar 4 fresas enteras y cortar el resto en trocitos. Reservar.
Cortar en trocitos del mismo tamaño que las fresas 75 gr. de chocolate blanco.

Triturar las avellanas hasta convertirlas en harina. Añadir el chocolate fondant troceado y triturar hasta que la mezcla tenga aspecto de arena fina.
Batir con varillas la mantequilla con el azúcar moreno, añadirlo a la mezcla de avellanas y chocolate y con una espátula mezclar bien. Sin dejar de mezclar ir añadiendo las yemas de los huevos de una en una integrándolas bien en la masa.
Agregar ahora a la masa las claras montadas a punto de nieve en tres veces, mezclando con movimientos envolventes hasta que la masa esté homogénea y cremosa.
Forrar un molde desmontable de 20 centímetros de diámetro con papel vegetal, verter la mitad de la mezcla, repartir los trocitos de fresas y chocolate blanco por toda la superficie y tapar con la otra mitad de la mezcla con la ayuda de la espátula.
Meter el molde en el horno precalentado a 180º durante 25 minutos. Comprobar pinchando con un palillo que está hecho antes de sacarlo.
Dejar enfriar en el molde y desmoldar una vez que esté frio.

Rayar los 25 gr. restantes de chocolate blanco y poner en una bolsa especial para horno. Meter en el microondas a media potencia para fundirlo, parando varias veces con intervalos de pocos segundos para que no se queme. Mezclar bien amasando con los dedos la bolsa. Con unas tijeras hacer un pequeño corte en la punta.
Colocar sobre la tarta las fresas reservadas cortadas por la mitad y con el chocolate fundido adornar por encima.