Si no te gusta la cerveza, no importa… cuando pruebes esta tarta de color negro y con una cobertura tan blanca como la espuma, nunca imaginarás que entre los ingredientes está la cerveza.
Es de textura densa y húmeda (como la mayoría de los pasteles anglosajones) con suave sabor de chocolate y muy fácil de hacer. Gana mucho con el reposo y es preferible hacerla de un dia para otro.
La receta es de Nigella Lawson, presentadora de televisión, periodista y popular cocinera británica.

INGREDIENTES:

250 ml. de cerveza negra Guinness
250 gr. de Mantequilla
75 gr. cacao en polvo sin azúcar (Valor)
400 gr. de Azúcar
150 ml. de Yogurt griego
2 huevos L
1 cucharada de extracto de vainilla
250 gr. de Harina para repostería
2 ½ cucharaditas de Bicarbonato

Cobertura:
300 gr. de Queso crema (Tipo Philadelphia)
125 gr. de Azúcar Glass
250 gr. de Nata liquida 35% (Crema de leche)

PREPARACIÓN:

Poner en un cazo la cerveza y calentar sin que llegue a hervir. Añadir la mantequilla cortada en trocitos y remover hasta que esté completamente fundida.

Poner en un bol grande la harina, el cacao, el azúcar y el bicarbonato, mezclar con varillas de mano hasta conseguir unir todos los ingredientes y el color sea uniforme.

En otro bol mezclar batiendo con varillas manuales el yogurt, los huevos y la vainilla. Agregar la mezcla de cerveza y mantequilla, volver a batir para integrar bien todos los ingredientes.

Incorporar la mezcla de ingredientes líquidos al bol de los secos (harina, cacao, azúcar y bicarbonato) y mezclar enérgicamente con varillas hasta obtener una masa uniforme y sin grumos.

Forrar con papel vegetal, la base de un molde desmontable de 23 cm. de diámetro, engrasar los laterales y verter la masa dentro.

Meter el molde en el horno precalentado a 170º durante 50 minutos. Comprobar pinchando con un palillo que está bien cocido.
Sacar del horno y dejar enfriar en el molde.

La cobertura:
Montar a punto fuerte la nata.
Poner en un bol el queso y el azúcar, batir con varillas eléctricas hasta conseguir una crema suave, añadir la nata montada y mezclar con varillas y con movimientos envolventes hasta integrar la nata con el queso.
Reservar en la nevera hasta el momento de usarla.

Desmoldar el bizcocho, colocarlo en una bandeja, poner encima la cobertura y extenderla por toda la superficie de manera uniforme, dejando que caiga por los laterales.

Conservar en la nevera. Esta mas bueno reposado de un día para otro.