La mayor parte de las recetas tienen su origen en la inventiva del cocinero, un descuido o simplemente la falta de tiempo. La tarta Tatin nació por una mezcla de las tres circunstancias.
Un día de caza entre el ir y venir de huéspedes, Stéphanie Tatin preparó a toda prisa una tarta de manzana, aunque completamente al revés. Se olvidó de poner la masa en el molde antes de incorporar las manzanas, después las colocó boca abajo y sirvió el postre sin el tiempo suficiente para que se enfriara. El desastre no fue tal ante la fascinación de los clientes que encontraron el invento un postre de lo más delicioso.
Esta es la historia de cómo ese descuido puso nombre propio a una receta, que con el pasar de los años se hizo famosa.
En esta receta me he inspirado yo, pero en vez de manzanas he puesto berenjenas, como no, con sobrasada y miel… una mezcla de sabores que me encanta!!!!!
INGREDIENTES
3 Berenjenas de Mahón
Sobrasada de pagés de Menorca
Miel de Flores de Menorca
1 Lámina de hojaldre
Sal y aceite
Huevo batido
PREPARACIÓN
Pelar las berenjenas y cortarlas en discos de 1 cm. Ponerles sal y dejar sudar una hora.
Untar el fondo de una cazuela de barro con una capa de miel, colocar discos de berenjenas, juntándolos lo máximo posible y en los huecos poner trocitos de sobrasada, espolvorear con sal y volver a poner otra capa de berenjenas y sobrasada. Rociar todo con un hilo de aceite y otro de miel. Tapar la cazuela con papel de aluminio.
Meter en el horno precalentado a 180º durante 30 minutos.
Cortar un disco de hojaldre un poco más grande que la cazuela.
Sacar la cazuela del horno, quitar el papel de aluminio y colocar el disco de hojaldre encima, remetiendo los bordes alrededor de las berenjenas, pintar la superficie del hojaldre con huevo batido.
Volver a meter en el horno a la misma temperatura durante 20 minutos.
Sacar del horno y desmoldar en un plato de manera que el hojaldre quede en la parte de abajo.