Ya sabéis lo que me gustan los quesos… y por si no lo habíais notado todavía, el queso Mahón es uno de mis favoritos, lo uso en ensaladas, en salsas, para gratinar, en tartas dulces y saladas… me faltaba enseñaros esta receta, es un postre estrella en mi casa y siempre triunfo con él.
No necesariamente tenéis que usar este tipo de queso, podéis sustituirlo por otro, pero si podéis y os es posible encontrarlo os lo recomiendo. El sabor del helado es delicioso!!!

INGREDIENTES

(Para doce moldes)

Para el helado:
500 gr. de Nata líquida
6 yemas de Huevo
150 gr. de Azúcar
100 gr. de Nata líquida
150 gr. de queso Mahón semicurado
150 gr. de queso Mahón tierno
5 hojas de Gelatina

Para la gelatina de Camomila:
300 gr. de Agua
3 cucharaditas de Camomila de Menorca o 2 bolsitas de Manzanilla
Azúcar al gusto
3 Hojas de Gelatina

Azúcar para quemar

PREPARACIÓN

El Helado:
Poner los 500 gr. de nata en un bol y semimontar con varillas. Reservar en frio.
Hacer un sabayón batiendo las yemas con el azúcar al baño maría hasta que quede una mezcla blanquecina y espumosa. Reservar.
Poner las hojas de gelatina a remojar en agua fría.
Calentar sin que llegue a hervir los 100 gr. de nata, mantener a fuego muy suave, añadir las dos clases de quesos rallados y remover hasta derretirlos. Apartar del fuego, agregar las hojas de gelatina escurridas y disolverlas en la mezcla. Dejar templar.
Mezclar el sabayón con la mezcla de quesos templada batiendo con varillas, añadir la nata semimontada e integrarla cuidadosamente con una espátula con movimientos envolventes para que no pierda volumen la nata.
Verter la mezcla obtenida en moldes (recomiendo de silicona) y meter en el congelador.

La gelatina de Camomila:
Llevar a ebullición el agua, añadir la camomila o manzanilla y dejar cinco minutos en reposo. Endulzar al gusto con el azúcar, colar la infusión y disolver la gelatina previamente remojada en agua fría. Reservar en la nevera hasta que solidifique.

A la hora de servir desmoldar el helado, poner una cucharada de azúcar encima y quemar con un soplete hasta convertirla en caramelo. Cortar la gelatina en trocitos pequeños y colocarla alrededor del helado.

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