Mejillones trigre (tradicionales y en bolitas)
Mejillones trigre (tradicionales y en bolitas)

DESCRIPCIÓN

Los mejillones tigre se sirven como tapa o aperitivo, son muy típicos en Madrid y Galicia, aunque se pueden encontrar en cualquier provincia del resto de España.
La receta tradicional consiste en una masa hecha con la carne de los mejillones, similar a la famosa croqueta, con la que se rellena la concha del mejillón, rebozada en huevo y pan rallado y después frito.
Haciendo bolitas con esta misma masa, como si de una croqueta se tratase y sirviéndolas sobre la concha vacía, tienes la versión moderna de los mejillones del chef Paco Roncero.

INGREDIENTES

1 Kg. de Mejillones (+ o – 175 gr. limpios)
Chorrito de Aceite de Oliva
1 Cebolleta (100 gr.)
1 diente de Ajo
50 gr. de Pimiento morrón en conserva
50 gr. de Harina de trigo
300 ml. de Leche entera
100 ml. de Nata para cocinar
50 gr. de Mantequilla
Sal y Pimienta
1 Huevo
Pan rallado

PREPARACIÓN

Limpiar los mejillones quitándoles las barbas y rascando la concha con un cuchillo, enjuagarlos con agua.
Poner una cazuela con un chorrito de aceite al fuego, cuando esté caliente añadir los mejillones, tapar la cazuela y dejar hasta que se abran, moviendo la cazuela de vez en cuando sin quitar la tapa, para que les llegue a todos los mejillones el mismo calor.
Una vez que todos estén abiertos, retirar del fuego, dejar enfriar y separar el mejillón de la concha.
Lavar las conchas y secarlas. Reservar para la presentación.
Cortar los mejillones en trocitos pequeños.
Pelar y picar muy fino la cebolleta y el ajo.
Cortar en trocitos muy pequeños el pimiento morrón.
Mezclar la leche y la nata en un cazo y ponerlo a fuego lento. Mantener caliente sin que llegue a hervir.
Poner la mantequilla en una sartén y llevar al fuego hasta que se derrita, añadir la cebolleta y el ajo picado, sofreír hasta que la cebolleta esté transparente, añadir el pimiento y los mejillones cortados, salpimentar, mezclar bien y saltear unos minutos.
Agregar la harina y sin dejar de remover, rehogarla durante unos minutos para que se tueste sin quemarla. Incorporar la leche y la nata calientes, mezclar y remover constantemente hasta que se forme una masa que se despegue de las paredes de la sartén.
Comprobar el punto de sal y rectificar si es necesario.
Poner la masa en un recipiente hermético, dejar enfriar y guardarlo en la nevera. Mejor de un día para otro.

Una vez fría la masa, coger porciones con una cucharilla y hacer bolitas del tamaño de una nuez pequeña, rebozarlas en el huevo batido y después con el pan rallado.
También puedes rellenar la concha vacía con la masa, rebozar la parte de la masa en el huevo y después pasarlo por el pan rallado.

Freír en abundante aceite de oliva caliente hasta que estén dorados.
Sacar a un plato cubierto con papel de cocina para quitar el exceso de aceite.

Para la presentación poner las bolitas en las conchas vacías.
Servir calientes o tibios.

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