Durante la semana Santa la gastronomía llega con recetas de platos típicos con raíces muy arraigadas en nuestras tradiciones culinarias.
A pesar de que hoy en día podemos disfrutarlos en cualquier época del año, durante estas fechas ganan protagonismo.
Entre mis recuerdos de infancia en estas fechas están… estos roscos fritos, las hojuelas y la alegría de estrenar la ropa de primavera el Domingo de Ramos.


INGREDIENTES

3 Huevos L
3 medidas del huevo de Aceite de Oliva suave (180 gr.)
3 medidas del huevo de Vino blanco (180 gr.)
15 cucharadas de Azúcar (200 gr.)
1 kilo de Harina
2 sobres de levadura Royal

½ litro de Aceite de Oliva para freírlos
Azúcar blanquilla para rebozarlos

PREPARACIÓN

Hacer en uno de los huevos un pequeño agujero, dándole golpecitos en un extremo con el rabo de una cuchara. Vaciarlo y reservar la cáscara para usarla de medida.
Poner los huevos y el azúcar en un bol, batirlos. Añadir el aceite y el vino, mezclar bien.
Agregar la harina tamizada con la levadura, mezclar y amasar hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Dejar reposar unas horas.
Coger porciones de la masa de 50 gr. aproximadamente, hacer una bola y con los dedos índice y pulgar hacer un agujero en el centro, estirar la masa agrandando el agujero, ponerlos sobre el mármol y con un cuchillo hacer cuatro cortes alrededor del rosco.
Calentar el aceite en una sartén honda sin que llegue a humear, freír los roscos dándoles la vuelta y sacarlos cuando estén bien dorados. Ponerlos sobre papel de cocina para retirar el exceso de aceite.
Rebozarlos con el azúcar cuando todavía estén calientes.
Dejarlos enfriar y conservarlos tapados en un recipiente hermético.

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